domingo, 31 de mayo de 2015

Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo
lleno de toda clase de problemas
con el ceño fruncido
como si fueras un hombre vulgar y corriente
no pienses más en nosotros.

Comprendemos que sufres
porque no puedes arreglar las cosas.
Sabemos que el Demonio no te deja tranquilo
desconstruyendo lo que tú construyes.

Él se ríe de ti
pero nosotros lloramos contigo:
no te preocupes de sus risas diabólicas.

Padre nuestro que estás donde estás
rodeado de ángeles desleales
sinceramente: no sufras más por nosotros
tienes que darte cuenta
de que los dioses no son infalibles
y que nosotros perdonamos todo.

(Obra gruesa, 1969)

Es evidente que el componente crítico de la antipoesía está presente en este poema, acompañado de un uso marcado de la ironía y el humor. La poca solemnidad del poema llama mucho la atención, no es un poema para ser colocado en un pedestal, sino que invita a reírse de la sociedad que le sirve como contexto. 

Autorretrato

Considerad, muchachos,
esta lengua roída por el cáncer:
soy profesor en un liceo obscuro
he perdido la voz haciendo clases.
(Después de todo o nada
hago cuarenta horas semanales).
¿Qué os parece mi cara abofeteada?
¡Verdad que inspira lástima mirarme!
Y qué decís de esta nariz podrida
por la cal de la tiza degradante.

En materia de ojos, a tres metros
no reconozco ni a mi propia madre.
¿Qué me sucede? — Nada.
Me los he arruinado haciendo clases:
la mala luz, el sol,
la venenosa luna miserable.
Y todo para qué:
para ganar un pan imperdonable
duro como la cara del burgués
y con sabor y con olor a sangre.
¡Para qué hemos nacido como hombres
si nos dan una muerte de animales!

Por el exceso de trabajo, a veces
veo formas extrañas en el aire,
oigo carreras locas,
risas, conversaciones criminales.
Observad estas manos
y estas mejillas blancas de cadáver,
estos escasos pelos que me quedan,
¡estas negras arrugas infernales!
Sin embargo yo fui tal como ustedes,
joven, lleno de bellos ideales,
soñé fundiendo el cobre
y limando las caras del diamante:
aquí me tienen hoy
detrás de este mesón inconfortable
embrutecido por el sonsonete
de las quinientas horas semanales.

(Poemas y antipoemas, 1954)

Una vez más se destaca el carácter crítico y social de la antipoesía. En este caso en particular, se ve una crítica al sistema educacional y al abuso de la clase trabajadora. Lo que me parece más atractivo es el hecho de que trata temas sociales y en ese sentido es menos romántico que otros poetas de la época. 

El hombre imaginario

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario

(Hojas de parra, 1985)

Este es uno de los poemas más conocidos de Parra y me llamó la atención que la profundidad del poema no se ve disminuida por el lenguaje cotidiano. Es más, me parece que el utilizar palabras simples el mensaje adquiere más protagonismo ya que no hay adornos que puedan distraer al lector. 

martes, 26 de mayo de 2015

Biografía


Nicanor Parra nace en Chile en el año 1914, más específicamente en el pueblo San Fabián de Alico, cercano a Chillán. Su padre, Nicanor Parra, era profesor de música y de carácter marcadamente bohemio mientras que su madre, Clara Sandoval, era de origen campesino aunque también tenía una afición por la música folclórica. Su infancia se ve marcada por mudanzas a distintos pueblos del sur de Chile, entre los cuales se destacan Lautaro, Ancud y (quizás la más importante) Chillán. De esta manera se explica la influencia folclórica chilena en la poesía de Parra.
De todos sus hermanos (entre los cuales se encuentra Violeta Parra), fue el único en cursar más allá de la enseñanza básica, estudiando inicialmente en el Liceo de Hombres de Chillán y luego en el Internado Nacional Diego Barros Arana. Una vez terminado el colegio, ingresa al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile para estudiar física y matemáticas, estudios que financia trabajando como inspector en el mismo internado ya mencionado. Es durante esta época que conoce a Jorge Millas y Luis Oyarzún, otros dos importantes actores culturales, y es también durante este período (en el año 1937) que publica su primer libro, Cancionero sin nombre. Este tiene una clara influencia de Romancero Gitano y es galardonado con el premio Municipa
l de Poesía de Santiago. Tres años más tarde contrae matrimonio con su primera mujer, Anita Troncoso, y nace su primera hija Catalina.
En el año 1943 viaja a Estados Unidos para estudiar mecánica avanzada en la universidad de Brown. Seis años más tarde continuaría estudiando cosmología en la universidad de Oxford, Inglaterra. Estos viajes y las personas que conoció le sirvieron como inspiración poética. Durante esta época también conoce a su segunda esposa, una sueca llamada Inga Palmen con quien regresa a Chile en el año 1951. En 1954, publica su libro Poemas y antipoemas, marcando la irrupción de la antipoesía y provocando un quiebre en la poesía chilena e hispanoamericana.
Una vez que llegó a la “receta” de la antipoesía, comienza un periodo prolífico de creación poética. Entre los varios libros que publica se encuentran La cueca larga (1958), Canciones rusas (1967), Obra gruesa (1969), Sermones y prédicas del Cristo del Elqui (1977) y muchos más. Todos estos se ven marcados por la ironía, la crítica social y el uso de un lenguaje cotidiano. A pesar de esto, la antipoesía evoluciona a medida que pasan los años aunque siempre manteniéndose fiel a su esencia. Entre los premios con los que ha sido galardonado se encuentran el Premio Nacional de Literatura, Premio Juan Rulfo, Premio Reina Sofía y el Premio Cervantes, máximo galardón de la literatura hispana. A los anteriores se le suman varias nominaciones al Premio Nobel de Literatura.
Tal como lo sugieren los varios premios que le han sido otorgados, Parra es bastante avalado por la crítica, en gran parte por haber roto con los esquemas literarios previamente establecidos. Según Leonidas Morales, Parra crea una poesía directa y cotidiana, una poesía que va directo al grano y no se pierde en recursos literarios oscuros que sugieren una profundidad inexistente. También destaca mucho el carácter crítico de su literatura. A fin de cuentas, la antipoesía tiene un carácter social, es una respuesta y una crítica al mundo que la rodea.







Bibliografía:

http://www.nicanorparra.uchile.cl/biografia/index.html
http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3629.html
http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/parra/cronologia/default.htm
http://www.cervantesvirtual.com/portales/nicanor_parra/autor_biobibliografia/
http://www.uandes.cl/noticias/nicanor-parra-esta-por-sobre-varios-de-los-que-han-ganado-el-premio-nobel-de-literatura.html